martes, 14 de octubre de 2014

AMORES PROHIBIDOS (DIARIO DE UN HOMBRE - 2ª PARTE) de LEO MAZZOLA



LEO MAZZOLA; nos presenta la segunda y última parte de su bilogía; AMORES PROHIBIDOS (DIARIO DE UN HOMBRE) 2 PARTE.
Un diario íntimo de Alejandro; el personaje principal, nos permite conocer el punto de vista de un hombre sobre la mujer en el sexo, el romanticismo, el amor y sus determinadas formas o maneras de seducción. Una historia romántica de corte erótico, tratado con la mayor naturalidad y sencillez, por parte de su autor.
La mayor parte de sus escenarios transcurre frente a un ordenador, donde fluye primero la amistad, luego la seducción y juegos, el cibersexo y la infidelidad, temas que hoy por hoy es de actualidad y puede llegar a formar de nuestra vida cotidiana.
Bajo el sello de la Asociación Literaria Colección LCDE, edita en formato papel y ebook
  
SINOPSIS:


Nueve meses después de iniciar la cibernética relación con Eva, ese amor tan romántico, idílico y platónico lleno de sensualidad y erotismo que surgió de forma tan espontánea como imprevista, mostraba evidentes signos de agotamiento. Pese a todos sus esfuerzos Alejandro no consigue recuperarlo, y el cibersexo que antes practicaban juntos con la simpatía y la pícara ingenuidad casi adolescente de Eva, va dando paso a fantasías sexuales cada más morbosas y transgresoras que se materializan en diversos encuentros reales.

Aflora el lado más oscuro de Alejandro, aquél que mantuvo reprimido durante todo su matrimonio con María, y que ahora, con la complicidad de Eva, alcanza una lujuria sin límites.

Pero sin bien Alejandro consigue hacer realidad todas sus fantasías sexuales, la ausencia de romanticismo y la progresiva frialdad y distanciamiento de Eva le arrastran nuevamente a la nostalgia y la desazón. El fantasma de Raquel vuelve a aparecer reclamando lo que un día fue suyo, y el virus de la culpabilidad también, sometiéndole nuevamente a la tortura del desamor, del fracaso sentimental y al tormento de su conciencia por el dolor causado a sus seres más queridos.

El recuerdo de Raquel y los mágicos momentos de amor vividos con ella se hacen cada vez más presentes en la diaria soledad de Alejandro, provocándole nuevamente una fuerte crisis emocional. Será entonces cuando conozca a Candela, una mujer diferente que arrastra también un pasado traumático que aún no ha logrado superar. Alejandro se enfrentará nuevamente al reto de una decisión tan dolorosa como trascendental en su vida. Una elección que no admite matices. Una nueva oportunidad para encontrar la felicidad.


BIOGRAFÍA:

 Leo Mazzola nació en Valencia. Arquitecto superior y máster de urbanismo por la Universidad Politécnica de esta ciudad  A lo largo de su trayectoria profesional ha diseñado y construido edificios para uso residencial, hotelero, comercial, cultural, deportivo y de oficinas, además de numerosas viviendas unifamiliares.
La profunda crisis del sector inmobiliario le ha proporcionado la posibilidad de fomentar una de sus mayores aficiones; la de escritor.
AMORES PROHIBIDOS (Diario de un hombre) 1ª Parte, fue su primera novela en publicarse en papel por la Editorial Chiado en Noviembre de 2013. En Agosto 2014 se integra en la Asociación Literaria Colección LCDE y publica bajo este sello, la versión digital. Poco después, en Setiembre, y con el patrocinio de LCDE, ha publicado, tanto en papel como en ebook AMORES PROHIBIDOS (Diario de un hombre) - 2ª Parte. Con él pone fin a esta bilogía. Actualmente está trabajando en su tercera novela.


 Fragmento 1 de AMORES PROHIBIDOS (Diario de un hombre- 2ª Parte).-

En esa foto que me envió nada más hacérsela en la webcam, Raquel me inspiraba ante todo muchísima ternura, y lo del abrazo no se lo escribí en el chat en sentido figurado, llegué a sentirlo hasta en mi piel. Pese a no saber apenas nada de su vida la veía como una mujer muy dulce frustrada en su romanticismo y lacrada con el sello de la decepción y del dolor, y pese a ello no apreciaba ningún rencor en su mirada, sólo resignación. Ojos limpios, sin recovecos, sin disfraces, ni tan siquiera pintura en sus párpados, como tampoco en sus labios. Sencillez, franqueza, también fragilidad pese a la determinación de no romperse. Se me antojaba como una de esas rocas de los acantilados azotadas por un mar embravecido, inertes ante su ataque, resignadas a deteriorarse con el tiempo, a sucumbir ante lo inevitable, sin poder presentar otra batalla que su propia consistencia, y con el único anhelo de que llegue ese día soleado, de brisa suave y perfumada, en el que ese mismo mar acariciará suavemente su piel, se detendrá en sus hendiduras y las llenará de serenidad, de calidez, de vida.
 
  Me acosté imaginándome a su lado tomando ese café en una terraza de cualquier lugar. Este no existía, sólo ella, sus ojos, su pelo meciéndose en el aire, yo hablándola, ella escuchándome con su mirada puesta en los míos, y por fin una sonrisa que aparece en sus labios, casi a su pesar, inesperada, restringida, obligando a los músculos de su rostro a dibujar aquél gesto olvidado en el tiempo, los labios aún juntos, con el pudor de quien se desviste torpemente por primera vez para tomar el sol en la playa mostrando a unos desconocidos el cuerpo que ha mantenido oculto durante todo el invierno. Una nueva sonrisa, esta más suelta, con la agilidad de quien ya repite un movimiento conocido, y otra más, y finalmente otra en la que sus labios se separan intentando no alejarse demasiado, no mostrar impúdica mente la alegría de su boca entreabierta, su mano abalanzándose rápidamente sobre ella intentando ocultarla, y yo cogiéndosela, retirándola lentamente de sus labios para observar esa sonrisa arrancada de tiempos lejanos, sin acariciar su piel, sólo abrazándola con la mía, apretándola con firmeza, queriendo expresarle que ahora, en este momento en el que estoy a su lado, nada puede perturbarla, invitándola a dejarse llevar, a alejar esa soledad que expresan sus ojos sintiéndose acompañada de los míos, a disfrutar de ese dulce y mágico instante.
Iría a verla, no sabía cómo, no sabía cuándo, quizá ni tan siquiera el por qué, pero esa misma noche tomé la decisión de que la vería en persona.


ENLACES:



 
Enhorabuena a Leo Mazzola y su obra Amores prohibidos (Diario de un hombre) 1ª y 2ª Parte. Una historia estupenda, entretenida y muy peculiar.

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