Hoy, voy a presentaros a una gran actriz, que lamentablemente acaba de partir al mundo infinito de las estrellas, donde ella es una más.
Dejó éste mundo el 17 de agosto, luego de una penosa enfermedad, pero con la ilusión de volver a pisar las tablas del teatro y la televisión. Esa, nunca la perdió.
Era una artista de raza, de familia entera inmersa en el mundo del espectáculo, sobre todo del teatro, grandes estrellas del panorama estelar peruano como: Marianella, Pedro y Juán Ureta Mille, Gloria María y Liz Ureta Travesí, César Ureta de las Casas, el famoso "Loco Ureta", Margot y Benjamín Ureta. Pepita Ureta y su hermana, tan famosa como ella y muchos más.
Empezó desde muy niña en el precioso arte de la actuación, dejándonos entrañables recuerdos que, hoy nos vienen a la memoria, a volver a ser jóvenes fans de ella, de sus actuaciones, de su sonrisa amable y fresca que nos alentaba a seguir en el espectáculo. Muy amiga de sus amigos, de ayudar en todo y a todos.
Su partida ha sido un duro golpe a su familia y a todo un país, que siente, que ha quedado huérfano de sus risas, que el teatro, la radio y la televisión no volverá a ser lo mismo sin ella, que no volveremos a escucharla haciendo gala de su buen humor, que no la veremos nunca más.
Resulta doloroso enterarse que ha partido una gran actriz, persona y amiga. La palabra queda muda como el corazón encogido.
Una despedida triste a un ser tan vital y alegre. Solo nos queda, decirle ¡Hasta pronto, Maricarmen!
Dejó éste mundo el 17 de agosto, luego de una penosa enfermedad, pero con la ilusión de volver a pisar las tablas del teatro y la televisión. Esa, nunca la perdió.
Era una artista de raza, de familia entera inmersa en el mundo del espectáculo, sobre todo del teatro, grandes estrellas del panorama estelar peruano como: Marianella, Pedro y Juán Ureta Mille, Gloria María y Liz Ureta Travesí, César Ureta de las Casas, el famoso "Loco Ureta", Margot y Benjamín Ureta. Pepita Ureta y su hermana, tan famosa como ella y muchos más.
Su partida ha sido un duro golpe a su familia y a todo un país, que siente, que ha quedado huérfano de sus risas, que el teatro, la radio y la televisión no volverá a ser lo mismo sin ella, que no volveremos a escucharla haciendo gala de su buen humor, que no la veremos nunca más.
Resulta doloroso enterarse que ha partido una gran actriz, persona y amiga. La palabra queda muda como el corazón encogido.
Una despedida triste a un ser tan vital y alegre. Solo nos queda, decirle ¡Hasta pronto, Maricarmen!
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